Escuela de Estudios Orientales -USAL, Lonavla Yoga Institute (India)
El yoga es reconocido como sadhana espiritual desde tiempos inmemoriales. Se infiere que no había registros escritos de esta disciplina que fue transmitida de maestro a discípulo a través de instrucciones orales constituyendo el "gurú sishya parampará" o linaje de transmisión o sucesión.
Durante el período de desarrollo histórico del Yoga evolucionaron varias tradiciones, algunas se perdieron y otras sobrevivieron.
Estas tradiciones se fundamentaban en las experiencias de los yoguis que transmitieron sus conocimientos a las sucesivas generaciones.
La palabra tradición, del latin traditio-onis se refiere a la transmisión de noticias, composiciones literarias, doctrinas, ritos, costumbres, etc, hecha de generación en generación. Incluye las doctrinas, costumbres, etc, conservadas en un pueblo por transmisión de padres a hijos.
Sampradaya significa "tradición"y se define como la cadena de maestros de los cuales uno en particular escucha y articula la sabiduría que le ha sido dada. Sampradaya comprende tres elementos: a) una tradición de enseñanza en relación a una doctrina particular, b) una orden ascética que funciona como una sociedad autónoma religiosa o doctrinaria con seguidores, c) sectarismo con formas particulares de adoración hacia dioses particulares o creencias particulares. Estos tres elementos se aplican a las tradiciones yóguicas con ciertas variantes.
Consideramos que hay una gran necesidad de clarificar conceptos esenciales del Yoga para transmitirlo en occidente, ya que esto implica transferir conceptos de otra cultura. Para "transponer" ese conocimiento sin deformarlo, es necesaria una vigilancia epistemológica que requiere estar en contacto permanente con ese conocimiento a través de su literatura, filosofía y de la cultura de donde surgió.
Como expresa el Dr. Bernardo Nante en el prólogo a mi traducción y comentario del Gheranda Samhita "la vulgaridad de ciertos vocablos, incluso el mismo Yoga, no es de gran ayuda. Los medios de comunicación masiva facilitaron la traducción de términos pertenecientes a culturas ajenas a la propia, pero por otra parte, oímos acerca de todo sin saber de que se trata; la frivolidad con la cual se abordan las novedades y su velocidad encubren la captación de matices que corresponden a movimientos sutiles del alma. Todos creen saber qué significa "yoga", "karma", "mantra", etc; pero solo quien ha estudiado con seriedad estos temas sabe cuanto ignora aún y cuanto seguirá ignorando aunque aboque su vida a ellos".
Por esto es importante consustanciarse con la literatura y filosofía de la India y en especial del Yoga para comprender su significado.
Las distintas escuelas de pensamiento en India reconocen que el conocimiento teórico de las verdades espuestas no es suficiente y observan que para hacer más efectiva esta comprensión en la vida son necesarios: el autocontrol y la meditación sobre las respectivas verdades. Esto las relaciona con el Yoga que es la escuela que más sistematiza las técnicas para el autocontrol y la meditación; tema también considerado por otras escuelas como jainismo y budismo.
El gran valor del Yoga reside en que está basado en una tradición viviente que se mantiene activa desde tiempos muy antiguos. El origen histórico del Yoga nos lleva a un pasado distante que puede remontarse a las excavaciones hechas en el valle del Indo por Sir Mortimer Wheeler en 1922.
La cultura de Mohenjo Daro y Harappa, prevédica; puede remontarse al 2700 a. C.
Se encontraron sellos con figuras en posturas sedentes que son posteriormente utilizadas para la práctica meditativa por los yoguis. Una de esas figuras presenta signos de divinidad que reaparecen luego en representaciones del Dios Siva reverenciado como el Señor del Yoga por grupos de yoguis. Estas figuras demuestran un estado de absorción meditativa que sugiere que realizaban prácticas yóguicas como parte de rituales religiosos.
Por otro lado, indologistas como Eliade, Sharma H.D. (1), Choudhary (2), y otros consideran que los elementos conocidos luego como Yoga pueden relacionarse con rituales védicos o con prácticas mágicas realizadas por los vratyas, considerando así el origen del Yoga en el período védico.
En el Rig Veda aparece la mayor evidencia en el himno "El de larga cabellera" (kesin sukta R.V. 10, 136), en que se describe un tipo de asceta que puede considerarse antecesor de los yoguis del que afirman "los demás pueden ver su cuerpo pero su mente reside en la región interna desde donde puede ver todo y comprender el mundo entero".
En el Himno a la creación (nasadya sukta, R.V 10, 129) hay referencia al proceso de búsqueda interior "los sabios buscando en su corazón descubrieron la conexión entre el Ser y el no ser".
Los himnos expresan la gran espiritualidad de los arios védicos.
En el Atharva Veda hay muchos pasajes místicos que parecen implicar ciertas prácticas y conocimientos esótericos que podrían relacionarse con un protoyoga(3).
En 11.4 se elogia al prana que "viste al hombre como un padre puede revestir a su hijo amado". En 15,1-18: Vratya-Khânda (libro de los vratyas) se habla de esa misteriosa hermandad espiritual a la que se puede relacionar con la antigua evolución del Yoga. Los vratyas conocían el control de prana y otras prácticas, en 15, 15.2 se menciona que conocían los siete pranas, siete apanas y siete vyanas, que representan la actividad pránica cumpliendo las distintas funciones vitales.
En las Upanishads se dan esbozos de teorías y prácticas yóguicas, en Katha Up. (1- 2.12) siglo V a C.: "el sabio al meditar, con la comprensión que nace del adhyatma Yoga, en ese dios inescrutable que mora en la caverna del corazón, trasciende el placer y el dolor".
Las más antiguas Upanishads no parecerían estar relacionadas directamente con el Yoga pero si muestran su influencia.
Esto se demuestra especialmente por el concepto de dhyana en ellas. En Chandogya Up. hay una sección completa en relación a dhyana (7, 6.1): "La contemplación sin duda es más grande que el pensamiento...."
En Taittiriya Up.(2, 4.1), encontramos por primera vez la palabra Yoga en sentido técnico refiriendose al control de los sentidos.
En Kaushîtaki Up. (3.2) "La vida es prana, prana es la vida, mientras prana permanece en el cuerpo hay vida. A través del prana se obtiene aún en este mundo la inmortalidad" y posteriormente en (3.3) se equipara a prana con la conciencia. Es en Svetasvatara Up. que se indican las prácticas yóguicas con mayor detalle incluyendo asana, pranayama y dhyana, y da las indicaciones del lugar de la práctica, en 2, 8.9 "Mantener el cuerpo estable y erecto, llevando los sentidos y la mente al corazón , el sabio cruza con la nave de Brahman todas las corrientes, causas del temor, retrayendo su respiración "...(1)
En Maitrayani Up. encontramos un avance en las ideas y técnicas yóguicas, en 6, 18, en que aparece el ideal de supraconciencia o turiyastha en 6, 19, que hace referencia al proceso de una "concentración más elevada". Encontramos también la idea de síntesis entre las técnicas yóguicas y el método vedantino de meditación.
En relación con el Yoga y el Budismo se pueden consultar los siguientes suttas del Majjhima Nikahya: anapana satti, kaya-gatha sati, cula-sunnyata, etc, que contienen ideas importantes en relación a la concentración.
En Bhagavad Gita perteneciente al Mahabharata (una de las dos epopeyas más importante) se describe claramente el Yoga y algunas de sus técnicas para lograr paz mental en esta vida. Presenta tres tipos de Yoga: Jñana Yoga, Bhakti, y Karma Yoga. El Gita se considera a sí mismo como Yoga-Shâstra o enseñanza yóguica.
En II, 48 Krisna dice a Arjuna: "Actua sin apego, firme en el Yoga, con la mente igual en el éxito o en el fracaso. La ecuanimidad de la mente es el Yoga".
También pueden encontrarse elementos del Yoga antiguo en los Dharma-Shâstra, literatura ética legal, que consideran a la liberación (moksha) como la posibilidad máxima. En estos tratados se encuentran referencias al ascetismo (tapas), y al Yoga como integrantes de la vida cultural india. Las pocas referencias directas al Yoga son en relación al control respiratorio y de los sentidos. En Manu Smriti se consideraba al pranayama como un medio de expiar los pecados.
En el período sútrico se incluyen los libros fundamentales de los seis sistemas de pensamiento indio.
La filosofía o sistema de filosofía Yoga fue presentado por Patanjali en forma de aforismos. Y fueron tratados por muchos comentaristas.
También hay que considerar que hasta los Nyaya sutras (expuestos por Gautama) recomiendan la práctica del Yoga para lograr la liberación (moksha), pero no detallan las técnicas .
El mérito de Patanjali es haber sistematizado el Yoga haciíndolo disponible para el hombre común.
Hay similaridades entre los Yoga Sutras y las técnicas budistas.
En el Buddha Carita de Ashvaghosha (S. II a C.) se indica que Buda aprendió Yoga del yoguí Arad Kamal.
El conocimiento del Yoga está en principio aunque no totalmente basado en los Yoga Sutras de Patanjali.
El camino que presenta hacia la autorrealización tiene dos ejes principales: vairagya (desapasionamiento, desapego) y abhyasa (práctica) junto con un camino de ocho pasos que culmina con el Kaivalya. Patanjali hace un profundo análisis de la mente y de como tratarla a través de técnicas específicas.
A partir del Yoga de Patanjali posteriormente se escribieron muchos textos del Yoga, tales como el Hatha Pradipika, Gheranda Samhita, Goraksa Sataka, Vasistha Samhita, etc.
La tradición comienza a recopilarse en forma de libros y el Yoga comienza a analizar el potencial escondido en el cuerpo y a referirse al cuerpo sutil. Esta preocupación llevó hacia el origen del Hatha Yoga.
En el Tantrismo el cuerpo humano adquirió una importancia jamás alcanzada en la espiritualidad india ya que se trata de lograr un cuerpo "divino", que sea instrumento para conquistar el dolor y la muerte.
La voluntad de dominar el cuerpo para transformarlo en un cuerpo divino es también la posición del Hatha Yoga. Parecería que el Tantra y el Yoga se influenciaron mutuamente.
De acuerdo a B. Bhattacharya, la cultura tántrica indica la preexistencia del Raja Yoga y el Hatha Yoga.
La tradición india asocia la creación del Hatha Yoga con Matsyendra y especialmente con Gorakshanatha.
Abhinava Gupta en el Tantra-aloka, saluda a Matsyendra como su gurú.
En realidad se considera a Siva mismo como la fuente del linaje natha.
La secta de los nathas yoguis compuesta de seguidores de Siva se originó al comienzo del primer milenio d. C y se expandió por distintas regiones de India y Nepal. Eran adoradores de Siva y adeptos de yoga que con el tiempo y la práctica se afirmaba que lograban poderes sobrenaturales (S.S.P V, 32-40).
Son conocidos también como goraksanathi en relación a su fundador; dasami, nombre derivado de los aros que usaban, y kamphata por perforar los cartilagos de las orejas.
El Goraksa -Siddhanta Samgraha, menciona nueve nathas conocidos como: navanathas: entre estos Adinatha (Siva), Matsyendra, Dandanatha y Goraksanatha.
Aunque adinatha debe haber sido un yogui que antecedió a Matsyendranatha, se lo identifica con Siva, el señor de los yoguis. La tradición considera a Matsyendra al maestro de Goraksanatha.
La literatura india sánscrita y en otros idiomas regionales presenta numerosas leyendas sobre sus estados de concentración y poderes curativos.
Kabir y otros poetas, reconocen su deuda con los nathas yoguis.
Hay considerable literatura adjudicada a Goraksanatha: Goraksapaddhati, Goraksasataka, Yogamartanda y Siddha-Siddhanta-Paddhati
El sistema yóguico de Goraksanatha contiene muchos elementos tántricos ya que reconocen a los cacras , nadis, vayus, etc, dento del cuerpo o microcosmos homólogo del universo o macrocosmos.
Posteriormente al Hatha Pradipika, Gheranda Samhita, Siva Samhita, Hatharatnavali, Yogacintamani, etc, sistematizaron la práctica del Yoga agregando además referencias a la filosofía que transmitían los yoguis.
En la actualidad el Yoga se ha hecho más popular aunque no se tiene contacto con su tradición. Swami Kuvalayananda de Lonavla a partir de 1920 comenzó a realizar trabajos de investigación; científica, literaria y filosófica y comenzó el movimiento de investigación en el Yoga terapeútico que plasmó en su libro "Yoga Therapy" por encargo del Gobierno de la India.
Gandhiji fue atraído por su trabajo terapeútico y acostumbraba a consultarlo para su práctica regular, a través de una correspondencia que aclara muchos aspectos del Yoga en relación a la salud.
El Dr. M. L. Gharote, discípulo de S. Kuvalayananda continúo su investigación literaria traduciendo numerosos manuscritos que aclaran muchos aspectos ignorados del Yoga.
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Paola Raffetta |